BBC Mundo: La caída de los Rosenthal, el poderoso clan hondureño acusado de lavado de dinero y narcotráfico
San Pedro Sula.- Como una de las familias más ricas e influyentes de Honduras, los Rosenthal estaban acostumbrados a ocupar importantes puestos de gobierno y su apellido figuraba regularmente entre los aspirantes a la presidencia.
Pero en lugar de pelear por la máxima magistratura sus energías ahora están puestas en tratar de evitar una cárcel en Estados Unidos, país que les acusa de haber estado lavando dinero proveniente del narcotráfico durante al menos diez años.
La acusación, que cayó como bomba entre la élite hondureña, se hizo pública el martes de la semana pasada, cuando el empresario Yankel Rosenthal, de 46 años, fue arrestado a su llegada al aeropuerto de Miami.
Detienen en EE.UU. al exministro y poderoso empresario hondureño Yankel Rosenthal
Y el hombre que hasta junio pasado se desempeñaba como ministro de Inversiones y todavía figura como presidente de Marathón –uno de los equipos de fútbol más populares del país– no es el único Rosenthal implicado.
Yani Rosenthal, exministro y precandidato a la presidencia de Honduras, también está siendo acusado por EE.UU.
En la mira de las autoridades estadounidenses también está su primo Yani, de 50 años, ministro de la Presidencia de Honduras en 2006 y 2007, congresista hasta el año pasado y varias veces precandidato a la presidencia de la nación centroamericana.
Y, sobre todo, EE.UU. también presentó cargos contra su tío Jaime, el patriarca del clan, eterno candidato presidencial, dirigente del poderoso Partido Liberal, ex vicepresidente de Honduras, excongresista y fundador del Banco Continental.
Grupo Continental
El banco es una de siete compañías vinculadas a los Rosenthal que, según la justicia estadounidense, «proveyeron durante una década de servicios de lavado de dinero, y otros, para apoyar actividades de (…) traficantes de drogas centroamericanos y organizaciones criminales».
Y aunque la acusación es disputada por la familia, la Comisión Nacional de Banca y Seguros de Honduras (CNBS) ya ordenó la liquidación forzosa de la institución bancaria, aumentando el nerviosismo de sus 220.000 ahorristas.
El Banco Continental, el octavo más grande de Honduras, está en proceso de liquidación.
La decisión terminó llevando el caso Rosenthal a las calles, pues centenares de cuentahabientes se presentaron el lunes en sucursales en varias partes del país para exigir la devolución de su dinero.
Pero aunque la CNBS garantizó la devolución de los depósitos –hasta un máximo de US$9.400– las potenciales ramificaciones de la caída de los Rosenthal van mucho más allá, pues sus intereses incluyen una aseguradora, una cementera, empresas agroexportadoras, urbanizaciones y varios medios de comunicación, además del equipo Marathón.
Todas estas empresas están agrupadas en el Grupo Continental, fundado en 1929; es decir, cinco años después de que el padre de Jaime Rosenthal –también llamado Yankel– llegara a Honduras proveniente de Rumania para establecerse en la ciudad de San Pedro Sula.
El equipo Marathón, uno de los más populares de Honduras, juega en el estadio Yankel Rosenthal de San pedro Sula.
Y fue precisamente en la capital industrial de Honduras –donde ahora hay un estadio que lleva su nombre– donde este electricista de origen judío empezó a construir la que luego se convertiría en una de las principales fortunas del país.
80 años de negocios
«Los orígenes de mi familia son como los de muchos inmigrantes que vinieron a Honduras a principios de siglo huyendo de la violencia y la guerra», le contó Jaime Rosenthal a la revista Mercados & Tendencias en agosto de 2009.
Según varios registros, la primera piedra de su fortuna sería el almacén «Siga la flecha», dedicado a negociar «con mercaderías en general» pero especializado «en artículos para caballeros y ropa hecha».
Los problemas de los Rosenthal pueden afectar a muchos en Honduras, dado el tamaño de su grupo empresarial.
Aunque, como le relató a la publicación centroamericana su hijo Jaime, el primero de los Rosenthal no se quedó ahí.
«Mi papá Yankel Rosenthal se dedicó al negocio de la representación de empresas extranjeras y a la importación, desde Seguros Lloyd’s y AIG», le dijo el empresario a Mercados & Tendencias.
«Y varias empresas fueron saliendo por necesidad y otras por conveniencia o coyuntura, pero la verdad que no hubo ningún plan preconcebido de crear el Grupo Continental», explicó.
Ya luego fue el mismo Jaime el que introdujo a la familia en el mundo de la política, intentando en tres oportunidades ser candidato a la presidencia de la república por el Partido Liberal.
Y aunque al empresario le gusta presentarse como un «revolucionario» con tendencias de izquierda, a lo largo de los años a su familia también se la ha señalado de utilizar su influencia para favorecer a sus numerosas empresas.
Los Rosenthal afirman que son inocentes.
Los Rosenthal, sin embargo, siempre han rechazado esos señalamientos, tal y como ahora rechazan las acusaciones del departamento de Justicia de EE.UU.
«El pueblo Hondureño conoce de nuestra dedicación al trabajo y al ahorro y saben perfectamente que estas acusaciones que se han presentado contra nosotros son falsas», se lee en un comunicado emitido por el Grupo Continental.
«Jamás hemos estado involucrados en actos ilegales y mucho menos en actividades de narcotráfico o lavado de activos», agrega la comunicación.
Y ahí también le piden «al pueblo de Honduras, a las autoridades y especialmente a nuestros amigos» apoyo para poder defenderse y demostrar su inocencia ante las autoridades del país.
Esa inocencia ha sido puesta en duda fundamentalmente por los lazos entre el Grupo Continental y la familia Rivera Maradiaga, identificada por el gobierno de EE.UU. como el principal grupo de narcotraficantes de Honduras.
Aunque los Rosenthal insisten en que no tenían como saber que tan buenos clientes «eran tan pícaros como resultaron ser».
Y, por el momento, la justicia hondureña no parece haber iniciado acciones en contra de Jaime y Yani Rosenthal, a pesar de que su designación como «narcotraficantes» por una corte de Nueva York.
En los últimos meses, miles de hondureños se movilizaron para protestar contra la corrupción y la impunidad.
Esta decisión contrasta con la rápida extradición de muchos otros acusados de narcotráfico y da una buena idea del peso político de los Rosenthal.
Y, más allá de la presunción de inocencia a la que tiene derecho la familia, también es un muy buen ejemplo de por qué muchos en Honduras habían estado demandando el establecimiento de una comisión internacional contra la impunidad, como la que terminó provocando la caída del presidente de la vecina Guatemala.
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Después de meses de protestas, la creación de una misión de la OEA con ese propósito fue anunciada a fines de septiembre.
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Pero su puesta en funcionamiento tomará tiempo.
Y, mientras tanto, la justicia hondureña tendrá una nueva oportunidad para demostrar que está preparada para garantizar justicia cuando de por medio está uno de los apellidos más poderosos del país.
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Fuente: BBC Mundo