Columna Abierta: Para nuevos resultados diferentes actores y distintos mecanismos
Por Hugo Espinal
TEGUCIGALPA, HONDURAS ¡Locura es cometer los mismos errores esperando resultados diferentes! Claro está que cuando se le sacan jugosos privilegios a los mismos errores no es tan conveniente tomar otro rumbo.
El sistemas judicial de Honduras colapsó después de un sin número de actos descarados de corrupción, por lo tanto los hondureños ya no están dispuestos a admitir más mentiras de parte de los políticos del país.
Los últimos actos de corrupción en las estructuras gubernamentales despertaron la ira y la indignación de la sociedad, al grado que se percibe un clima de tensión, producto de la espera de que algo nuevo salga a flote y manche aún más la empañada imagen de los servidores públicos del país.
Producto de esta división donde las masas se volcaron a las calles con antorchas en mano y donde otros desean esconder más la corrupción del país, salió el presidente Juan Orlando Hernández a solicitar ayuda internacional para “erradicar la impunidad”.
La respuesta no se hizo esperar, inmediatamente el Organización de Naciones Unidas (ONU) Y Organización de Estados Americanos (OEA) enviaron al país a sus representantes para medir directamente el caos afecta esta nación.
Como consecuencia de esta veeduría internacional, la OEA propuso la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) con la que pretenden aportar en la creación de un nuevo sistema judicial.
¡Qué bonito es soñar! Y más cuando te lo cuentan de esta manera, simple y sencillamente se acabará con la corrupción de Honduras con análisis, supervisión, asesoramientos y recomendaciones y sobre todo utilizando la misma carcoma de siempre, me refiero a los mismos actores de antaño.
La luz que compaña la justicia en cualquier representación de sus manifestaciones se ve lejos para Honduras, por la precisa razón de que quienes están salpicados por la corrupción tienen el sartén por el mango, siguen siendo diputados o presidentes, aspiran a magistraturas o coordinan los cuerpos de investigación de esta nación, por esta razón se esconde cada vez más la oportunidad de que los destellos de la rectitud, honestidad e integridad que debería tener el sistema judicial y fiscal de esta nación florezcan, como si pasó en la hermana República de Guatemala.
En fin, que se acaben de una vez los protocolos, reuniones en hoteles caros y visitas internacionales de gran magnitud y que se empiecen a realizar acciones radicales y contundentes para que en Honduras la justicia salga de una vez por todos de esa tenebrosa prisión donde la mantienen impotente.
Para esto se debe impermeabilizar a un buen grupo de hondureños, asegurar la integridad de sus familias y después de esto se le den las garantías y el acompañamiento para que estos investiguen y lleguen a esos puntos donde diosa “Temis” pueda para siempre acabar con la impunidad y que de una vez por todas en Honduras prevalezca la igualdad judicial.