Hablando claro: ¿Qué es la diabetes?
Has oído hablar de la diabetes mil veces y sabes que es una enfermedad que no se cura, pero en tu cabeza no está claro qué es lo que pasa en tu organismo cuando tienes diabetes. Es hora de explicar claramente de qué se trata.
Comúnmente conocida como diabetes, esta enfermedad se desarrolla cuando el páncreas deja de producir insulina, no produce suficiente cantidad de esta hormona, o la que produce no funciona bien. La insulina es una hormona producida por el páncreas que le ayuda a las células a extraer la glucosa (un tipo de azúcar) de la sangre, la cual es utilizada como fuente de energía.
Imagínate que la insulina es como un mensajero que lleva un encargo importante, la glucosa, y va tocando a la puerta de las células para que éstas reciban su pedido. En pocas palabras, la insulina es quien regula los niveles de glucosa o azúcar en la sangre.
La diabetes mellitus se presenta cuando el páncreas no produce cantidades suficientes de esta hormona o cuando las células del cuerpo desarrollan una resistencia a ella, o “no la dejan entrar”. En cualquier caso, el efecto es el mismo: los niveles de glucosa en la sangre aumentan. Sin embargo, dependiendo de ciertas variables, hay tres tipos principales de diabetes.
Diabetes tipo 1: Antes se conocía como “diabetes juvenil” porque por lo general aparece antes de los 35 años. En este tipo de diabetes el páncreas o no produce insulina o produce muy poca.
Aunque aún se desconoce exactamente qué la causa, se sabe que el propio sistema de defensa de la persona (sistema inmunológico) ataca y destruye las células productoras de insulina (células beta) y éstas no pueden producir más insulina.
Debido a que la insulina es necesaria para vivir, las personas con diabetes tipo 1 deben inyectarse insulina todos los días para poder metabolizar los alimentos que consumen y regular los niveles de azúcar en sangre. Es por eso que a esta condición también se le denomina “diabetes insulino-dependiente”.
Diabetes tipo 2: Es la forma más común de diabetes y por lo general se desarrolla en personas de más de 40 años. En esta forma de diabetes, lo que sucede es que las células del cuerpo desarrollan resistencia gradual a los efectos de la insulina. Normalmente, cuando la insulina llega a una célula, manda una señal al interior de esta para que los “transportadores de la glucosa” la conduzcan hacia el interior de la célula.
Sin embargo, cuando hay resistencia, esta señal es bloqueada y las células no pueden tomar suficiente glucosa de la sangre. Esto ocasiona que los niveles de azúcar en la sangre se eleven, lo cual hace que el páncreas produzca más insulina. Las células beta (del páncreas) se esfuerzan demasiado, y esto produce que eventualmente se desgasten y se mueran. Lo más grave de todo, es que no son reemplazables.
La causa de este tipo de diabetes tiene que ver con la obesidad y factores genéticos. Tres de cada cuatro personas que padecen este tipo de diabetes, padecen de sobrepeso. El factor hereditario es importante en los hispanos, los afro-americanos y los indígenas americanos.
Gestacional: Se presenta durante el embarazo, por lo general luego de que han pasado 20 semanas de gestación. Ocurre cuando las hormonas incrementan la cantidad de azúcar en la sangre, pero el páncreas no puede producir suficiente insulina para llevar la glucosa a los tejidos.
Este tipo de diabetes desaparece por lo general después de haber dado a luz, pero las mujeres que la han sufrido están más predispuestas a desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro. El riesgo más grande de contraerla lo tienen las mujeres que dieron a luz un niño que pese más de 9 libras, tienen más de 30 años, son obesas o tienen algún familiar con diabetes mellitus.
Hay otra enfermedad que se llama Diabetes Insipidus, pero es una enfermedad diferente, que no está relacionada con la diabetes mellitus y que no es muy común.
Espero que ahora que leíste esta columna, tengas claro de qué se trata la diabetes mellitus y que puedas prevenirla, pues ya sabes lo que puede pasarle a tu organismo.
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