Transformación: Estudiantes adquieren habilidades para la vida en el Instituto Marcial Solís
En el corazón minero, San Juancito, Francisco Morazán, en las instalaciones del Instituto Marcial Solís, un proyecto educativo innovador está cambiando las vidas de los estudiantes, brindándoles no solo conocimientos académicos, sino habilidades prácticas que prometen un futuro brillante para ellos y sus familias.
Esta iniciativa consta de un Huerto Pedagógico y la crianza de gallinas ponedoras, donde el estudiantado aprende a preparar la tierra, a cuidar las plantas con dedicación y a cosechar los frutos de su esfuerzo.
El área pedagógica es mucho más que un simple espacio de cultivo; es una pequeña parcela al aire libre donde la teoría y la práctica impartida por comprometidos docentes, se entrelazan para ofrecer una educación verdaderamente integral.
El Huerto Pedagógico surgió hace tres meses, gracias al aporte del Gobierno de la presidenta Xiomara Castro, a través de la Secretaría de Educación liderada por el profesor Daniel Esponda.
Desde esta dependencia de Estado, se dotó al instituto de herramientas, insumos, un tanque para almacenar agua y un sistema de riego por goteo, lo cual ya está dando frutos con la cosecha de más de 300 pepinos, 200 zapallos, cilantro y la crianza de gallinas ponedoras.
La directora del Instituto, Seyla Carolina Rivera, relató que este proyecto beneficia grandemente a los estudiantes del III Ciclo, contribuyendo a su enseñanza en el cultivo de Huertos Escolares.
Este centro de enseñanza también cuenta con un taller de madera, un taller de hogar y un área de agricultura. Rivera afirmó que los jóvenes son los encargados de cuidar el Huerto Pedagógico durante la semana y los fines de semana, apoyando en la selección de la tierra, almacenamiento del agua para el riego, construcción de camas y hasta culminar con la cosecha del producto.
Los estudiantes no solo están aprendiendo a cultivar la tierra, sino que también están forjando su propio futuro gracias a esta enseñanza. La estudiante de noveno grado Nicolle Cárcamo, calificó la experiencia como muy buena, ya que aprender a cultivar productos le servirá a largo plazo, pues sueña con tener su propia finca.
Esta iniciativa se implementa por primera vez en este centro de enseñanza y se pretende que sea autosostenible.